Cabello reseco por la calefacción: cómo hidratar sin dejarlo pesado
Estufas, radiadores y caloventores reducen la humedad del aire. En ambientes cerrados, eso provoca sequedad en la piel, ojos y también en el pelo. El cabello pierde agua, se vuelve más frágil, con frizz o puntas abiertas, y a veces ni los productos habituales parecen funcionar.
Además, como en invierno solemos lavarlo con agua más caliente, lo debilitamos aún más sin darnos cuenta.
Claves para hidratar sin sobrecargar:
- Elegí productos livianos pero nutritivos
Buscá acondicionadores, máscaras o cremas para peinar que contengan ingredientes humectantes como aloe vera, glicerina, pantenol o ácido hialurónico, pero que no tengan siliconas pesadas.
- Usá aceites en poca cantidad y solo en puntas
Aceites como el de jojoba, argán o coco sirven, pero aplicá muy poco (una o dos gotas) con el pelo húmedo o seco, solo en las puntas. Si usás de más, el pelo pierde volumen.
- No abuses de las máscaras
Una vez por semana es suficiente. Si te excedés, el pelo puede quedar apelmazado o con sensación de suciedad.
- Probá con acondicionadores sin enjuague
Ideales para cabellos finos o con poco volumen. Se aplican en poca cantidad y mantienen la hidratación sin peso extra.
- Reducí la temperatura del agua
Evitá lavarte con agua muy caliente. Usar agua tibia y terminar con un enjuague frío ayuda a sellar la cutícula.
- No seques al 100% con secador
Dejá que el pelo termine de secarse al aire libre o usá aire templado. El exceso de calor diario lo reseca más.
– Falta de brillo, frizz, aspereza = hidratación
– Falta de elasticidad, quiebre, puntas abiertas = nutrición
Podés alternar ambos cuidados en tu rutina semanal para equilibrarlo.